Se acerca una fecha muy importante para una mayoría y para otros no tanto, una fecha para reflexionar, para prepararnos, para proyectar, una fecha con nostalgias, pero en realidad es una fecha con un mensaje esperanzador y que sigue año tras año trayendo aliento para millones de personas.
Vivimos una época confusa en todo el globo. Muchos están sufriendo de hambre, de sed, y prácticamente con un futuro color negro, pero aún tenemos esperanza. Ya el profeta Isaías en el capítulo 9: 1-6 de su libro nos habla "Más no habrá siempre oscuridad... El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz, los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos... aumentaste la alegría... quebraste su pesado yugo... Porque un niño no es nacido..."
La Navidad nos hace recordar con nitidez que se nos ha dado un niño y no uno cualquiera...se nos ha dado al "Hijo de Dios".
¡Jesús ha venido para rescatarnos del sin sentido de esta vida convulsionada!. Se nos ha dado un regalo enorme, el cual somos incapaces de apreciar lo que vale, sólo debemos aceptarlo y agradecerlo con humildad. Él es un Consejero Admirable, un Dios Fuerte, un Padre Eterno, un Príncipe de Paz.
El hace que la paz reine en nuestros corazones y en un futuro en toda la tierra.. Con Él nace la esperanza de la vida eterna.
La venida de Cristo al mundo hace posible que se esfume lo feo de nuestras relaciones con otros, los deseos mezquinos que provocan guerras y enemistades, todo se desvanece frente al ejemplo máximo de amor y perdón: Dios entregando a su Hijo único para morir por nuestra maldad, allí en ese portal de Belén hace más de 2000 años.
Si antes estábamos oprimidos por la injusticia, la maldad y la desigualdad, ahora tenemos a un Príncipe, Justo, Hacedor de paz, si las filosofías de vida nos cansan y no nos sacian la sed de nuestras almas, ahora tenemos un Consejero Admirable, cuya palabra penetra hasta lo más profundo de nuestro corazón, si el cansancio no nos deja avanzar ahora tenemos un Dios Fuerte que nos alienta, nos da de sus fuerzas para seguir sin desmayar, si la vida nos trajo escasez de cariño verdadero, ahora tenemos un Padre Eterno Amoroso que vela por nosotros hasta el fin.
Porque un niño nos es nacido e Hijo nos es dado, tengamos un corazón agradecido y en estas festividades donde abundan los regalos, aceptemos este regalo especial de esperanza, recibiéndolo en el corazón y también nosotros tratemos de ser un regalo especial para aquel que necesita un abrazo de amor, de aliento, de solidaridad, viviendo así una Navidad diferente con Cristo en el corazón.
Busca una iglesia que enseñe de Cristo y La Palabra de DIOS. "La Biblia",
¡Hasta la próxima semana! ¡Dios te bendiga!
Stella Viñales
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