Si la semana pasada sostuve que una sólida y firme estrategia preventiva, con foco en las fuerzas locales de seguridad, es uno de los recursos principales para luchar contra el delito que asola desde hace tiempo a nuestra Ciudad, hoy te presentaré la otra gran apuesta que haré contra el crimen: mi POLÍTICA DE INCLUSIÓN SOCIAL como intendente de Campana.
Vos conocés la famosa "Década Ganada" y todo lo que se esconde detrás de este slogan. Lejos de avanzar, en los últimos años hemos retrocedido. Las imágenes del fracaso se repiten mientras recorro los distintos rincones del partido: barrios sin luz, gas, cloacas. Casi sin calles, porque muchas veces llamar así a las vías de circulación que tienen es por demás generoso. Y en verano, todo multiplicado por diez: fallas en el sistema de agua potable, cortes de electricidad…
En escenarios como estos nacen y viven hoy muchos de los hombres y mujeres del mañana. Niños, adolescentes, jóvenes a quienes la falta de perspectiva agobia e inclina a adoptar los caminos "fáciles". Porque si el Estado estuviera presente para marcarles la senda del trabajo, del esfuerzo y del estudio, la delincuencia no encontraría ningún caldo de cultivo donde multiplicarse sin límite.
Y el terreno donde hay que salir al encuentro de esos chicos es la ESCUELA.
A partir del ciclo lectivo 2016, implementaremos en las escuelas de los barrios más carenciados jornadas de doble escolaridad. Pagándoles horas extra a los docentes, lograremos reinsertar a los chicos de nuevo en el tejido educativo, fortaleciendo su instrucción en las principales asignaturas, como así también en el deporte.
Bien es sabido que las actividades deportivas no solamente contribuyen a un buen desarrollo físico sino también mental. Por eso, destinaremos esfuerzos en organizar escuelas deportivas municipales de diferentes disciplinas: las tradicionales (futbol, básquet) pero fundamentalmente las no tradicionales, como hándbol y el atletismo. Para muchos chicos, carreras en dichas disciplinas significarían un salto personal y deportivo muy grande, al tiempo que colocaremos a la Ciudad como referencia en materia de deportes.
También desde luego fomentaremos las artes. Con talleres municipales que lleguen a TODOS los barrios, y que pongan el eje en el descubrimiento de las potencialidades de cada chico. No se trata solo de recreación. Creo firmemente que desarrollos de este tipo constituyen a la persona, al próximo ciudadano. Por eso es vital que esta responsabilidad sea del Estado y no, como sucede hoy, del primero que la encuentra.
LA IDEA ES SIMPLE: HAY QUE SACAR A LOS CHICOS DE LA CALLE. Porque es en la calle, lejos de la familia, de los valores del hogar y de la escuela, donde son cooptados por la marginalidad delictiva.
Por otra parte, además de educarse, los chicos deben tener no solo la impresión sino también de la seguridad de que su esfuerzo los está conduciendo a algún lado. Sin motivación se hace más difícil perseverar. En lo que hace a inclusión laboral, buscaremos generar convenios con las pymes y grandes empresas de nuestra ciudad para que los alumnos de Campana, sean de especialidades técnicas o no, puedan realizar pasantías para ganar experiencia y conocer el mundo productivo antes de salir a buscar un puesto en él.
Somos una ciudad llena de empresas, con muchas oportunidades laborales. LOS CHICOS DEBEN SER LOS PRIMEROS CONCIENTES DE ESTO. TIENEN QUE SABER QUE ELLOS, SI ESTUDIAN Y SE ESFUERZAN, TIENEN UN LUGAR EN ESE MUNDO.
TIENEN, EN DEFINITIVA, QUE TENER ESPERANZA. Pero hoy, cuando uno nace en alguno de los tantos barrios olvidados por el Municipio de Campana, sin lugar a dudas no se la tiene.
Esto es lo que quiero para tu hijo, para la mía. Quiero que vivan en una Ciudad que les abra las puertas, que les brinde oportunidades. En una Ciudad que les enseñe el futuro.
Un fuerte abrazo. Hasta la semana que viene,
Carlos Cazador
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