Los "centrojas" como se llamó en su época inicial en el fútbol fue el puesto el que los convirtió en columnas temperamentales de sus equipos. O tal vez fue su propio temperamento el que los inclinó a elegir esta función. Lo cierto es que el cinco en la espalda identificó durante años al eje futbolístico y espiritual de cada cuadro. Al hombre clave, al "patrón" del equipo. Al encargado de mantener el calor del partido ardiendo en cda uno de sus compañeros.
Horacio M. Falcón, desde su etapa en Puerto Nuevo, fue un jugador que a fuerza de sacrificio y garra se metió en el xorazón de los hinchas. Quien puede negar que dentro del rectángulo competitivo no pone todo lo que su estado físico le permite. tanto es su entrega, que disputa la pelota con el rival, al límite de lo permitido por el reglamento y por eso vió con bronca muchas veces, la tarjeta amarilla o roja.
Siempre con fervor, entusiasmo, aptitud. Porque fue hecho de ser destinado a las tareas menos lúcida. A los trabajos mas exigentes y complicados.
Con sus 34 años, 12 temporadas en Dálmine y 337 encuentros disputados al inicio de este Nacional B, es uno de los máximos referentes. Claro que Horacio, con la humildad y perfil bajo que lo caracterizan, no se considera un líder: "Hay otros jugadores con más experiencia que yo. Entre todos nos vamos a apoyar para guiar al equipo en este torneo, que sin dudas no va a ser nada fácil" aseguró Falcon.
No obstante, se muestra confiado en que saldrán adelante porque "el grupo está bien, matándose en cada entrenamiento y separándose a full en lo físico para llegar de la mejor manera al inicio del campeonato.
Por razones económicas, estando en Dálmine, le dio prioridad a su trabajo y estuvo a punto de abandonar su trayectoria deportiva. pero finalmente, se llegó a un felíz acuerdo "No se va, el Oto no se va"...era la canción contradictoria, despedida para un tipo clave en las conquistas.
este volante al igual que el recordado Falcón auto, en donde la familia podía viajar muy bien, el también se siente cómodo con la tarea que le toca cumplir en la cancha.
En Dálmine, de los 8 goles que marcó, en el total de los años en que actúa, una tarde en Campana, para el es inolvidable. "Recuerdo que venía de mi casa para el club muy rápido, para llegar a horario y comiendo una fruta en el camino. ese día no solo ganamos sino que además señale 2 tantos, y como no podía ser de otra manera, corrí al lugar donde estaba mi familia y amigos, para compartir el festejo con ellos".
En la última página gloriosa del campeonato de Dálmine Horacio Falcon disputó 23 partidos. Como para que no queden dudas de que se ganó un merecido lugar en la historia de Villa Dálmine.
