Lo acontecido en lo relativo al Estadio de Villa Dálmine demostró una falta de acuerdo sobre un tema nodal para el deporte local, acuerdo el cual era sumamente necesario. No se pueden superponer los intereses personales o políticos por el bien común, y esto lo resalto ya que se ha perdido una oportunidad única de llegar a un acuerdo de todos los sectores políticos para acompañar un proyecto del ejecutivo que le otorgara un reaseguro al club para el mantenimiento de su estadio.
Nuevamente las mezquindades y los egoísmos políticos fueron mas fuertes que la pasión de una ciudad por un club, y eso no debería ser así, sobre todo cuando se habla de la institución futbolistica de la ciudad que además acaba de ascender a la "B" Nacional.