Llegué a esta entidad en una época muy feliz de su vida. Mi padre y mis tíos eran socios y me invitaron para colaborar en la tarea del Prado Español y animación de los bailes, que en ese amplio predio la misma realizaba, sin imaginar en su comienzo que se prolongaría durante 12 años consecutivos en las décadas del ´60 y ´70.
El Centro volvía ha hacerle honor a su propia historia. Sus hermosos paseos y fiestas, nacieron en aquellos tiempos en los que Campana tenía sueños de ser lo que realmente es, una gran ciudad.
El Centro logró adquirir un terreno en la calle Alberti, cerca del Hospital San José y un grupo de socios se propuso construir allí su propia sede social, con la ganancia que se podía obtener en las reuniones bailables de cada temporada veraniega, además de dejar un lógico beneficio para una institución apreciada como lo es el Centro Gallego.
Y todo fue factible. Es que la clave del éxito consiste en tener mentes claras. En primer lugar precios populares, tanto en las entradas como en la consumición, que se realizaba en el interior del mismo. Durante varias temporadas las damas tuvieron acceso gratis. Garantizar un espectáculo para toda la familia, por eso nunca estuvo ausente la música ciudadana, el folklore y la música moderna. Mantener en cada baile un nivel de categoría, tanto en la figura central, como en los demás componentes del espectáculo. Respetar los horarios establecidos por contrato. Regalos sorpresas todas las noches y muy originales en los carnavales, Renovación permanente de ese lindo lugar.
Desfilaron por el Prado números de jerarquía, como lo fueron en su momento: Johny Tedesco, Elio Roca, Laureano Brizuela, Jan Simmos, Juan Marcelo, Silvestre, Diego Verdaguer, Manzano, Cacho Castaña, Sergio Denis, en acuerdo con compartido con Tropicana, que era en ese entonces la única confitería bailable de nuestra ciudad. Conjuntos modernos como: Los Bríos, Los Prados, Trocha Angosta, Conmoción, Los Iracundos, Katunga, Los Nocturnos con Mara Lúa, Vox Dei, Industria Nacional y Los Náufragos. Las orquestas de Alfredo De Angelis, Armando Pontier, Osvaldo Pugliese, El Quinteto Pirincho. El sentir de nuestra música nativa con: Cacho Santa Cruz, Rimoldi Fraga, César Isella, Cristina y Hugo, Los Indios Tacunau, Tucumán 4, Aldo Monges, Daniel Toro, Los Cantores de Quilla Huasi, Los de Salta, Los del Suquía, Los Cuatro de Córdoba y los Tucu Tucu, por citar solo algunos ejemplos.
No faltó la torta de cumpleaños y el brindis inesperado para el famoso Trío Los Panchos, ante nuestra gente por cumplir 25 años de triunfal trayectoria. Se emocionaron tanto que se llevaron de recuerdo las copas. Un sábado de carnaval actuaron una típica, un conjunto moderno, Los Cuatro de Córdoba, El Chango Nieto y a manera de agradecimiento al público del Sheraton Hotel de Buenos Aires y exclusivo para toda la zona, el cantante inglés Malcon Roberts. Tampoco faltaron Marconi con su Feliz Domingo, el humor de Rodolfo Zapata y en modo especial el dúo inigualable de Alberto Olmedo y Jorge Porcel.
Bailes al compás del maestro Juan Cambareri o el ritmo inigualable de la Sonora Panameña de Rosario. Tiempo de los Sudamericanos, Nuez Moscada con Pepe Beronda, la típica Aguila Fornarini, Dino Tuchi y el encanto de Jakelin, Tango Tres, la típica de Alvarez de Lanús e innumerables valores.
No faltó el 9 de diciembre del ´67 el festival infantil, con la presencia de una obra teatral del Sindicato de Luz y Fuerza de Capital Federal o el baile a total beneficio del Hospital San José. Además el reconocimiento a las autoridades municipales con una plaqueta recordatoria por el Aniversario se Campana.
Este grupo de amigos entre otras personas, hizo posible alcanzar la meta soñada: Heriberto Trinchero, Manuel Rodríguez Prieto, Pascual Yerba, Domingo Lamela, López, Aciar, Francisco Tachini, Juan Stibanelli, Leonardo, Reynaldo y "Cacho" Tolassi, José y Emilio Martínez, Antonio Di Tomaso, Manuel Taborda, Dardo Garavani, Miguel Rovati, Oscar Martelli y Juan Ciancio.
El Centro Obrero se fundó el 19 de enero de 1898. En su hogar nació la Sociedad Cosmopolita, tuvo una valiosa Biblioteca llamada "Domingo F. Sarmiento". Lograron popularidad sus paseos en los barcos Ciudad de Bs.AS. y San Fernando.
Después de 20 años de ausencia volvió el Prado con el mismo brillo que en el año 1947, cuando además presentó en la entonces pista de taquitos de madera, a un grupo de patinadores. El mayor mérito de su última etapa en lo referido a los bailes, es que logró que la familia pudiera disfrutar de ellos. Además en su triste adiós a su vida, logró lo que decía su Estatuto: Que su Sede Social, fuera donada al Hospital San José de Campana.