A Dios no le mueve nuestra necesidad, lo mueve nuestra fe. La fe es la esencia de todo cristiano; la etiqueta de nuestro ser. Nuestro Padre dice que tenemos que ser buena tierra para dar buenos frutos , Mateo 13:8 : Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno.
Hebreos 11:1:
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se. Conocimiento seguro, convicción, para eso debemos trabajar en nuestro interior, en nuestro corazón. El amor de Dios transforma los corazones, aún los más duros o rebeldes.
Tener fe no es decir que se tiene, es demostrar que se tiene, se demuestra por hechos, en el actuar, que nuestro entorno diga: Yo sé lo que pasa con esta familia porque algo diferente lo mueve, los movidos por la fe, viven en buen testimonio primero ante nuestro Padre Celestial y en todo lo que lo rodea, porque vive apoyándose en la Palabra de Dios, moviéndose en la Palabra de Dios y demostrando que la inspiración de Dios está sobre las vidas, sobre nuestro andar diario. Podríamos decir que la fe es la obediencia en acción, la palabra que primero debe aprender un cristiano es entender la obediencia, someterse bajo la voluntad de Dios en cada circunstancia de nuestras vidas. Moisés en su mano tenía una vara, que por la fe en Dios, esa vara fue usada para liberar a una nación de la esclavitud de Egipto. Muchas veces que tenemos algo en nuestras manos, nos parece nada ante nuestros ojos, pero Dios en su eterno poder lo transforma en un milagro extraordinario. Lo poco en nuestras manos, se multiplica en las manos de Jesús, si el Padre de toda Gloria te pide hacer algo, comenzá con lo que tenes, el Señor proveerá el resto: Mateo 6:33
-33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
Una mujer, un hombre de fe transmite éxito valentía a causa de la oración, y enseñar la oración como un acto de fe es tener intimidad con el Padre, porque en esta relación íntima Dios renueva, transforma, cambia la visión actual de nuestras vidas para convertirnos en coherederos de la herencia de Cristo. En Dios necesitamos una disciplina, lo que va a dar un resultado, si somos constantes. No busques las dádivas de Dios en lugar de buscarlo a Él. Judas traicionó a Cristo cuando comprendió que con Jesús no se haría rico. Judas buscaba la prosperidad a expensas de su relación de amor con el maestro; como muchos que hoy buscan la bendición en vez de buscar quien nos bendice. Deuteronomio 28:2 2 Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios.
La verdadera fe combina la creencia, la confianza en Cristo y la acción moral. Hermanos levantémonos en la fe, la esperanza, en la gracia dada por el Padre y disfrutemos de la palabra viva y eficaz que nos deja para allanar caminos, bendición en nuestras vidas y familias hasta la tercera y cuarta generación.
Hasta el próximo domingo, una antorcha encendida en Campana.