Estos son tiempos de constantes cambios. Nadie lo puede negar. En lo económico los precios suben todos los días y, a pesar de que ha habido una marcada desaceleración en la inflación, todavía no se ha llegado al meollo de la cuestión. En materia de seguridad, los vecinos debemos adaptarnos a las reglas de los delincuentes, que con nuevas argucias se las arreglan para poner nuestras vidas en peligro. Y en infraestructura, las calles, las plazas y los servicios de una vieja ciudad como la nuestra todo el tiempo nos recuerdan que necesitamos un Municipio cada vez más activo, dinámico e inteligente para afrontar los desafíos actuales.
En este último punto quisiera detenerme. Hablo sobre las características que debe tener la Municipalidad de Campana en los tiempos que corren. Porque las demandas vecinales que día a día nos llegan a Primero Campana o a mi email, celular o página de Facebook personales, dejan entrever que las respuestas muchas veces no son las más adecuadas. Y en eso hay que cambiar.
Yo creo que no se puede seguir planificando la ciudad enteramente desde arriba. Me parece urgente ir al encuentro con el vecino, con Susana del San Felipe, Oscar del Villanueva, Jorge de Las Campanas o Mirta de San Jacinto, que son quienes de verdad conocen el lugar donde viven, y empezar a pensar las obras desde allí. Me refiero a que para ellos muchas veces es más importante el gran pozo de la esquina que les rompe el auto a cada paso, o la zanja que se llena de agua podrida y es un foco de enfermedades infecciosas, que los fondos que puedan llegar de provincias o de Nación para un polideportivo o un centro de inclusión y desarrollo (los denominados NIDO). No digo que estas iniciativas no sean importantes, claro que lo son y que marcan una diferencia: pero es el momento de escuchar a la gente, de adentrarse en sus puntos de vistas, y democratizar de verdad los recursos con los que cuenta el Municipio. Recursos, sin ir más lejos, que son de todos los campanenses.
Cambiar la manera de diseñar las políticas públicas puede ser la clave de esta gestión para quedarse con las elecciones legislativas de este año. Sin embargo, para Primero Campana la idiosincrasia vecinal y el Gobierno de, para y por los vecinos de Campana es su ADN constitutivo. No estamos acá por una elección o la que sigue: surgimos de las inquietudes de los campanenses y continuaremos levantándolas hasta que sean prioridad de gobierno. Si Dios quiere, del nuestro.
Esta semana, por lo pronto, seguiremos recorriendo los barrios y entrevistándonos con vecinos para profundizar está visión: la visión que tenemos sobre Campana y sus problemas. Aunque haya cambiado la gestión política en el Estado local, mucho de las cuestiones centrales de nuestro partido continúan aquejando la vida y sembrando sombras en el futuro de los vecinos. Si esta es una era de transformaciones, es necesario modificar los métodos y herramientas para llegar a otros resultados. Si se prometió el cambio, hay que cumplirlo. Y Primero Campana tiene la determinación de hacerlo.
Un fuerte abrazo,
Carlos Cazador