Fue hallado con un disparo en la cabeza dentro de una vivienda. En primera instancia se intentó mostrarlo como un suicidio, pero los investigadores reunieron elementos suficientes para llevar la carátula a "Homicidio agravado" y detener a quien se encontraba con él al momento del hecho.
La muerte de un hombre de 26 años, ocurrida el sábado por la mañana en una vivienda del barrio Dignidad, se encuentra bajo una investigación que ha dado un importante giro, porque inicialmente fue planteada por los denunciantes como un suicidio y comenzó siendo caratulada como "Averiguación de causales de muerte", pero luego que el peritaje reuniera diferentes testimonios y pruebas, fue recaratulada como "Homicidio agravado por el uso de arma de fuego". Y bajo ese marco quedó detenido un hombre de 25 años, quien al parecer se encontraba junto al fallecido al momento del hecho.
El inicio de las actuaciones policiales se dio el sábado a las 11.30, cuando un llamado informó que un joven de 26 años, identificado como Matías Emanuel Arismendi, se encontraba muerto dentro de una vivienda ubicada en la zona de La Rioja y Pedro Omar, en el barrio Dignidad; producto de un disparo de arma de fuego en su cabeza (habría sido contra el parietal derecho).
Según relató la esposa del fallecido, identificada como Paola Medina, de 28 años, fue ella quien encontró el cuerpo luego de haber escuchado un disparo en el segundo piso de la vivienda (propiedad del hermano de Arismendi), donde el joven se habría encerrado en soledad tras haber mantenido una discusión con ella. Para poder acceder a la casa, según explicó, debió ingresar por la parte trasera, violentando una puerta.
Por la gravedad de la escena donde yacía Arismendi, los efectivos esperaron a la llegada del personal de Policía Científica para poder revisar la habitación. Y tras las primeras intervenciones de los peritos se descubrió que junto al cuerpo no había ninguna arma de fuego, aunque sí "un cuchillo de gran porte, algunos perdigones y en uno de sus bolsillos, un cartucho intacto del calibre 16". Al mismo tiempo se conoció que en la Comisaría de Campana se había presentado un individuo que aseguraba haber estado con Arismendi al momento del hecho.
Rápidamente, los investigadores se entrevistaron con el hombre que se identificó como Oscar Parma, de 25 años, vecino también del barrio Dignidad. En su relato aseguró estar presente al momento del supuesto suicidio de Arismendi, una explicación que se contradecía con el primer testimonio de Medina. Posteriormente señaló que, para quitarse la vida, Arismendi había utilizado una escopeta reformada que él escondió posteriormente en la casa de "un primo", ubicada en "la barranca" cercana, donde instantes después fue efectivamente secuestrada por la Policía.
Este nuevo testimonio, más otras averiguaciones realizadas en el marco de la causa, dieron cuenta de importantes contradicciones entre los relatos y, además, permitieron que los investigadores lleguen a una hipótesis que señala que Arismendi y Parma (ambos con antecedentes penales) habrían estado juntos desde la noche anterior hasta el momento del hecho (que habría ocurrido a las 10 de la mañana). Y en estado de "alteración" habrían iniciado una discusión relacionada a la venta de droga y también por una supuesta relación que Parma mantendría con la esposa de Arismendi. Así, en las últimas horas del sábado, el fiscal Matías Ferreiros (de la UFI 2, a cargo del caso) dispuso la aprehensión de Parma y posteriormente, el domingo, el Juzgado de Garantías confirmó su detención por "Homicidio agravado por el uso de arma de fuego".
Por ello Parma fue derivado a Escobar, donde se encuentra alojado, mientras se aguarda el resultado de pericias que podrían ayudar a esclarecer lo sucedido.
En esta vivienda ocurrieron los hechos. la justicia cambió la carátula de “Averiguación de causales de muerte" a "homicidio agravado"
