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» Este artículo corresponde a la Edición del jueves, 04/abr/2019 de La Auténtica Defensa.

Charlas en el café:
El problema es moral
Por Vicente Blasco




Lo vi llegar como cansado y la mirada perdida. Más que de costumbre. Busqué a Soledad sin pensarlo. Cuando nos cruzamos las miradas, ella levantó las cejas y los hombros mientras ya estaba largando el café para el Perro. Cuando llegó a la mesa, ni alcanzó a sentarse que Sole ya estaba apoyando su café sobre la mesa. La miró, y sin pronunciar palabras asintió con la cabeza en gesto de agradecimiento. Soledad me volvió a mirar y otra vez levantó las cejas, y se alejó para involucrarse en sus cosas, pero sin perdernos de vista.

Lo dejé pastorear. No le dije nada, simplemente lo respeté porque algo le pasaba. Y si no iba decirme nada, no pensaba decirle nada. El Perro terminó su café en dos o tres sorbos y me miró a los ojos. Ahí estaba esa mirada otra vez con los párpados a media asta.

"¿Vos qué edad tenías en 1982?", me preguntó. Entendí perfectamente que no tenía sentido saludarnos para entablar la conversación. "No me digas que también estuviste en Malvinas…" Contesté entre sorprendido y entusiasmado. El Perro levantó la mirada y apenas me sonrió en gesto de aprobación. Y empezó a largar.

- Sí, estuve, pero eso sigue siendo Información Clasificada. Estuve y estoy. De Malvinas no se vuelve, hermanito. La llevás con vos para siempre. Y estos días son los peores. Todo abril y mayo siempre son una mierda. Recién en junio empieza a aflojar. Sentimientos muy encontrados…

- Y claro. También, meterse con los ingleses…

- No repitas boludeces. No sabés nada. Ellos se pensaban que venían a darnos un par de chirlos y a otra cosa. Bien que se cagaron en las patas. Pero además de tener los fierros, no fueron boludos y tuvieron culo.

- ¿Cómo es eso?

- Por una cuestión de mal tiempo no los hicimos percha en el desembarco de Bahía San Carlos. Y ese fue el principio del fin. Los aviones estaban listos para un ataque masivo y en el último minuto la niebla jugó a favor de ellos. Eso fue culo. Pero a Malvinas hay que mirarla desde tres dimensiones básicas. Cuatro si querés. La política, la económica, la militar y la humana. En los 80’s Inglaterra estaba para atrás, y el ajuste planeado por Thatcher incluía desafectar gran parte de la Armada Real por falta de presupuesto. Y en esa misma agenda estaba soltarle la mano a las Facklands. En el medio, con la sangre en el ojo por el Canal de Beagle, nosotros estábamos más para cagarnos a palos con Pinocho. Lo de Malvinas pasaba más por poner un pie, izar la bandera e irse, para provocar las negociaciones por la descolonolización de una vez por todas. La resolución de la ONU estaba esperando desde 1965. De hecho, los kelpers no podían vivir sin nuestra presencia: el combustible de YPF, los aviones de LADE, caminos, provisiones… si hasta venían a atenderse al continente. Gracias a la jodita del ‘82, los hicimos ciudadanos británicos y son millonarios sólo con los Permisos de Pesca. En las islas hoy además hay más militares que civiles. Y están armados hasta los dientes. Y cuando el precio del petróleo les cierre, se ponen a perforar. Ya te dije que gracias a la búsqueda del submarino ARA San Juan, ya tienen toda la data de prospección que les faltaba. Es sólo cuestión de tiempo… pero dejálo ahí. El tema es que ganaron ellos, pero con el apoyo de Pinocho. Desde Chile mandaban suministros e información de inteligencia. Y claro está, contaban con los satélites militares de Estados Unidos. Los tiempos se aceleraron y hubo que improvisar. El Belgrano zarpó recién el 16 de abril. Y dicen que para salir como Dios manda, necesitaban 2 meses más. ¿A vos te parece? Además, lo mandaron para la Isla de los Estados. No sé, por ahí pensando en parar a los chilenos. Ahora es fácil hablar, pero con esos cañones en Puerto Argentino, otra hubiese sido la historia. ¡Ma qué Gukhas ni 8 cuartos! Pocos saben que tuvimos unas 20 bajas en el continente. Nos mandaron comandos de elite a Comodoro, Río Gallegos y otras bases. No te olvides que con nuestros aviones de juguete les bajamos la mitad de la flota.

- ¿Cómo de juguete?

- Sí papá, fierros viejos y poco actualizados. El que le tiró el Exocet al portaviones Invisible ni siquiera tenía radar. ¡Y lo hundieron! Ellos nunca lo reconocieron y hasta construyeron un gemelo para tapar la humillación, porque además ahí llevaban armas nucleares. Aparte, fueron muy pillos. La mitad de las tropas que desembarcaron en San Carlos, lo hicieron en un barco disfrazado de buque hospital… Más allá que reniego de la guerra, y más aún declarada por un gobierno de facto, te aseguro tuvimos una oportunidad. Ahora sería imposible: ni tenemos con qué hacerle frente a los chilenos. Pero el tema es hasta dónde el inglés hubiese estado dispuesto a llegar.

- ¿En qué sentido?

- En términos convencionales, la guerra de Malvinas fue un empate. Estaba para cualquiera de los dos. Pero lo del Belgrano te demuestra que si hay que jugar sucio, el inglés juega sucio. Ellos tenían armamento nuclear. Entonces, posiblemente la rendición del 14 de junio haya sido lo mejor para todos. Incluyendo que los milicos se quedaron sin avales de la embajada norteamericana para seguir en el poder: el perro había mordido la mano del amo. Y el amo habilitó la salida democrática. Pero es igual… ni con las relaciones carnales de Carlitos nos sacaron el pie de encima.

- ¿Y la cuarta? No me hablaste de la dimensión humana…

- Pelotudos hay en todos lados: hay un tarado que se guardó la bandera inglesa que arriamos el 2 de abril para venderla en una subasta. Pero los héroes caminan a nuestro lado, Vicente. Y la gran mayoría en el ‘82 eran pibes: conscriptos que por ahí ni siquiera se habían acostado con una mina. Y fueron a la guerra y bancaron más que los profesionales: con fierros viejos, sin ropa, sin comida ni entrenamiento... ¡Pibes de oro! Esa fue la diferencia: ellos vinieron a laburar a un lugar que ni sabían que existía, y los pibes pelearon por lo nuestro como leones. Ni hablar de cómo se la jugó la Fuerza Aérea. No tenemos real dimensión de quienes fueron y lo que hicieron por defender nuestra bandera. Incluyendo a los peruanos, que estaban en democracia y mandaron 10 jets camuflados como argentinos con sus pilotos dispuestos a morir por nosotros. Incluso en 2012, los peruanos le negaron amarre a una fragata inglesa. Y eso que en el 95 Menem y los vivos de siempre contrabandearon armas a Ecuador en plena guerra con Perú. ¡Basuras! Eso es lo que más me duele: seguimos sin aprender nada. Tuvimos un genocidio, y después una guerra. Sin embargo, el tango "Cambalache" está más vigente que nunca, acá, a la vuelta de la esquina... No importa a cuánto está el Dólar, ni quien gane las próximas elecciones, Vicente: a este país le falta un baño moral. Si no, ni 10 Vaca Muerta nos van a alcanzar para que esto ande.

Ya era tarde y no le pregunté más nada. Le hice seña a Soledad para que anote y nos fuimos en silencio, cada uno por su lado. Hice un alto en el monumento de la plaza Eduardo Costa y leí por primera vez: Acosta, Jorge Luis. Avellaneda, Orlando. Balbuena, Daniel. Baro, Rubén Darío. Barreto, Antonio. Basadúa, Honorio. Baselice, Claudio. Campodónico, Jorge. Cardozo, Pedro. Casentini, Luis. Castaño, Américo. Castellano, Héctor. Condo Canari, Jorge. Cordero, Néstor. Córdova, Ricardo. Dopazo, Julio. Durán, Victor. Ferulano, Jorge. Flores, José. Florés, Raúl. Garófalo, Tomás. Gavazzi, Fausto. Giménez, Daniel. Hereñú, Elbio. Irigoitía, José. López, Marcelo. Maciel, Ricardo. Martín, Luis. Mendoza, Luis. Milivinti, Claudio. Montiel, Darío. Monzón, Carlos. Ojeda, René. Paoloni, José. Peralta, Pablo. Pérez, Raúl. Piñeyro, Donato. Pittaluga, Eduardo. Priori, Andrés. Romero, Mario. Ruíz Díaz, Silvio. Sandoval, Eduardo. Silva, César. Silva, Julio. Torres, Sergio. Vela, Oscar. Virtu, José. Sentí mucha bronca. Y lloré.

Vicente Blasco / tiovicenteb@gmail.com


 
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