Es una infección causada por una tenia (Taenia solium), que está presente en la carne de cerdo cruda o contaminada.
Al contraer teniasis -la forma larvaria del parásito-, los cisticercos se adhieren a las paredes intestinales y después de dos meses se transforman en tenías adultas.
En algunos casos, la larva puede formar quistes que traen fuertes dolores de cabeza y crisis convulsivas, pero cuando se alojan en las regiones basales del cerebro producen una inflamación que obstruye la circulación de líquido cefalorraquídeo y genera hidrocefalia, para la cual la única solución es la cirugía.
En otros, llega a ocasionar inmovilidad en algunas partes del cuerpo o en las piernas, y pérdida del habla. Además, cuando la inflamación del cerebro aumenta y se encuentra cerca de alguna arteria principal, puede ocasionar un infarto cerebral por vasculitis, esto es, la inflamación de los vasos sanguíneos que provoca cambios en sus paredes.
¿Cómo se contagia?
La cisticercosis humana sucede cuando una persona ingiere huevos de Taenia solium que han pasado a las heces de un portador humano de tenia. Esto puede ocurrir al consumir agua o alimentos contaminados o al llevarse los dedos contaminados a la boca.
A pesar de lo que se cree popularmente, la cisticercosis no se genera exclusivamente por comer carne de cerdo. De hecho, puede haber casos de infección en los que el paciente jamás ha consumido este alimento.
En los casos en los que no se requiera cirugía, el tratamiento médico se realiza con antiparasitarios.
Este padecimiento afecta, en general, a la población entre 15 a 40 años de edad. La infección se presenta más frecuentemente en zonas rurales, con malas condiciones de higiene, donde los cerdos andan sueltos y entran en contacto con heces humanas.
Fuente: clarín.com
