NotiCMR:
Puericultura y Crianza; preparación temprana para la maternidad
Por Ana Lía del Mármol

Sabemos que el embarazo es un proceso en el que ocurren una multiplicidad de cambios físicos, emocionales y energéticos, que modifican considerablemente el estado general de la mujer.

Cada trimestre del embarazo, tiene sus propias características que variarán de una persona a otra pero que en términos generales son comunes y alteran los ritmos hormonales y metabólicos.

Cuando la persona gestante acompaña estos cambios con total conocimiento, todo el proceso se verá beneficiado.

En general la preparación para la maternidad es indicada a partir de la semana 28 o sea comenzando el último trimestre, cuando como sabemos es en este trimestre que se produce el mayor aumento de tamaño del útero, el bebé engorda y crece, hay mayor retención de líquidos, más molestias a nivel de las articulaciones, mucha presión del diafragma sobre el fondo del útero, lo cual dificulta las ingestas y la respiración, dificultades a la hora de conciliar el sueño y para encontrar una posición de descanso.

Cuando la mamá comienza su preparación en los estadios más tempranos del embarazo con un adecuado trabajo corporal por ejemplo con técnicas de yoga y eutonía, relajaciones dirigidas, visualizaciones, meditaciones y con las prácticas de las diferentes respiraciones que utilizará en el momento del trabajo de parto y el período expulsivo, esta etapa podrá ser vivida de manera más consciente y saludable.

Trabajar el cuerpo desde el inicio, conectarse con él, con las sensaciones, con las emociones que van surgiendo a través del mismo, predispone a otro estado mental y energético.

Internalizar las respiraciones y la relajación para el parto a través de prácticas cotidianas en compañía de su pareja si fuera posible, genera además una conexión muy profunda con el bebé, y predispone a transitar un embarazo consciente y pleno acompañando de información y las herramientas necesarias, para disfrutarlo intensamente desde el inicio hasta el nacimiento.

Por supuesto cada embarazo es diferente y es el profesional que realiza el seguimiento del mismo quién deberá autorizar si todo está bien a realizar cualquier actividad para beneficio de la mamá y el bebé.