InicioFarmacias#DifusiónArchivoBúsquedaSesiones HCD
  Ir a la edicion del dia
MEDIO DIGITAL DE CAMPANA
BUENOS AIRES, ARGENTINA
jueves, 28/mar/2024 - 05:13
 
Política y EconomíaInfo GeneralPolicialesEspectáculosDeportesNacionales
Twitter Facebook Instagram
» Este artículo corresponde a la Edición del sábado, 25/sep/2004 de La Auténtica Defensa.

RENOVEMOS NUESTRA FE EN EL DESTINO DE LA REPUBLICA
Por Ismael Garzón




Thomas Jefferson, político estadounidense, con ideas que se sumaron, junto a las de Benjamín Franklin y otros, a la Constitución del país del norte, dijo que "el dinero y no la moral es el principio de las naciones comerciales".

Teniendo en cuenta la riqueza, como antónimo de la pobreza, se genera una eterna contradicción, con la frase popular que asevera que el dinero no es garantía de la felicidad, pero ayuda al pobre a ser feliz.

Honoré de Balzac, el escritor francés, gastaba lo que no tenía y se arruinaba en proyectos editoriales, cambiando su vida entre el despilfarro y los excesos: amantes, hijos perdidos y casamientos por dinero. Uno de sus personajes decía, enfáticamente: "quiero vivir con exceso".

El párrafo anterior nos señala este interrogante: ¿Cómo vivía la sociedad francesa hacia mediados del siglo XIX? Tal vez en la novela del citado escritor, La comedia humana (1842) refleje, cruelmente y con dramático realismo, su propia actitud crítica por la sociedad en la que él había convivido y gozado, a su manera.

Otro grande de las letras galas, Víctor Hugo, en su famosa novela Los miserables, narra, en forma conmovedora, los sufrimientos de un pueblo pobre. Una cita del escritor León Tolstoi, nihilista y místico creador de Guerra y Paz y Anna Karenine, señala que "no hay más que una manera de felicidad: vivir para los demás".

Debemos de tener en cuenta el pensamiento y la palabra de intelectuales y ensayistas argentinos, que en numerosas obras publicadas esgrimieron, con libertad y pasión ciudadana, las desventuras sociales y económicas de un pueblo que vivió lejos de la felicidad soñada para los habitantes del suelo patrio, los hacedores de nuestra nacionalidad.

Por lo antedicho, surge instantáneamente en nuestros pensamientos, cuestionamientos con respuestas preñadas de preocupaciones, propias de las horas desconcertantes que vivimos. ¿Cuánto se ha hecho en favor del pueblo, para que éste, dignamente, encuentre la vida dichosa?¿ Cuanto se ha preocupado nuestros gobernantes y legisladores, revisando la historia de las últimas décadas, en promover al bienestar general, con desprendimiento personal de egoístas pasiones, en algunos casos partidarios, en el orden político, respondiendo con sinceridad ética y moral a los reclamos de un pueblo que pide seguridad, justicia y paz.

Debemos comprender que la necesaria cuota de felicidad no consiste en ser dichoso. Ni tampoco en ser un desgraciado, sino en procurar lo primero y no resignarnos a lo segundo, como alguna vez lo afirmara el filósofo irlandés George Bernard Shaw, a principios del siglo XX.

Cuanto se haga, desde los poderes del gobierno, desarrollando políticas que moral y materialmente superen la dura situación de pobreza que sufre una gran mayoría del pueblo argentino, ello permitiría renovar nuestra fe en destinos de prosperidad para la República, alejados de cualquier idea de caos o alteración del sistema de respeto y subordinación práctica a los textos contenidos en la Constitución Nacional.

El autor es director de Taller Escuela Mariano Moreno, de Periodismo y Comunicación (TEMM). Presidente del Centro de Estudios Literarios y Periodísticos (CELP). Correo electrónico: ismaelgarzon2003@yahoo.com


 
P U B L I C I D A D





Av. Ing. Rocca 161 (2804) Campana - Provincia de Buenos Aires
Tel: 03489-290721 - E-mail: info@laautenticadefensa.com.ar
WhatsApp: +54 9 3489 488321.-