Ningún tipo de anarquismo podría comulgar con el liberalismo, siendo que un sistema liberal-republicano incluye reglas claras, gobierno de la Ley, instituciones civiles y políticas, derechos individuales (vida, libertad y propiedad), seguridad física y jurídica e igualdad ante la ley.
Para quienes no estén al tanto de los términos, anarcocapitalismo significa básicamente un capitalismo de mercado en condiciones primitivas, sin leyes ni instituciones que puedan limitarlo. Se trata de una visión romántica de la libertad de mercado y del capitalismo en general, que brega por la abolición del Estado tal como lo conocemos y pregona un mundo feliz, con libertad absoluta. Debo decir: ningún anarcocapitalista o "ancap" estará de acuerdo con mi definición, dado que son personas cerebrales y apasionadas que conducen toda su retórica al extremo de la racionalización.
En noviembre de 2010 nacía en Argentina el foro "Libertad Querida", tenía básicamente su sede digital en un grupo de Facebook del mismo nombre, pero se alternaban encuentros presenciales, incluso se realizó una presentación en sociedad el 15 de diciembre del mismo año, en el Hotel Four Seasons. Se trataba en principio de un movimiento liberal, pero en el seno del mismo -básicamente en los foros- se daban discusiones muy fuertes entre dos corrientes: los liberales versus los libertarios. En aquel tiempo quedaba muy claro que los liberales abogábamos por un liberalismo clásico, o en su defecto por el Estado mínimo en la versión objetivista del mismo, al que el grupo antagónico denominaba "minarquis-tas"; mientras que los libertarios eran básicamente los anarcocapitalistas, que abogaban por la abolición del Estado y la libertad en su estado puro, llegando incluso al extremo de las utopías.
Reconozco que aquella división entre liberales y libertarios produjo un movimiento de las ideas tan enriquecedor como problemático, al punto de que pasaban los años y resultaba imposible lograr un simple acuerdo para constituir el partido político, lo cual llegó a consolidarse recién a mediados del 2012, adquiriendo el nombre de PLL: Partido liberal-libertario... Se habían unido simbólicamente ambas corrientes en un nombre, pero nunca hubo una verdadera unión de las ideas que sostienen ambos frentes, y la razón es simple: son ideas antagónicas en cuanto al orden propuesto por cada una de ellas. Mientras el liberalismo es una realidad, siendo el eje filosófico-político de la república liberal (que funciona a través del sistema Rule of Law, o gobierno de leyes), el anarcocapitalismo en la mayoría de sus consignas necesita abolir al Estado para funcionar idealmente, de acuerdo a una serie de racionalizaciones en cuyo extremo se encuentra una utopía: la libertad absoluta. Finalmente, tras algunas participaciones en política, el partido PLL terminó disuelto; según dicen debido a las internas entre ambas corrientes, jamás resueltas.
Una de las primeras intervenciones de Milei en medios audiovisuales, con existencia de archivos, fue en el programa de Carlos Maslatón, en la desaparecida "FM Identidad", en mayo de 2014.
Por alguna razón en el año 2016, tras la derrota del kirchnerismo, resurgen las ideas de la libertad en los medios y en las redes sociales. En parte se trataba de los movimientos republicanos y liberales que habían organizado famosas marchas en los años anteriores, luego se daba la llegada de los economistas de corte liberal a los medios audiovisuales, entre los cuales aparece Milei. Después de 10 años de ahogo kirchnerista se respiraba un aire de expectativa que propiciaba la posibilidad de aplicar las ideas de la libertad en asuntos económicos, y así lo entendieron los medios en aquel momento.
Desde 2016 a la fecha el liberalismo argentino ha venido cambiando; el histórico conflicto entre liberales y libertarios se confundió con la movida pro Trump y Bolsonaro, más tarde con otros movimientos latinoamericanos donde se ha tomado el término "libertario", descartando el de "liberal", para diferenciarse de los "liberals" o socialdemócratas en USA. Si bien en apariencia se habrían licuado las diferencias antedichas, en realidad se sumó un nuevo componente: el conservadurismo. Así es que han surgido movimientos que se dicen libertarios pero llevan ideas conservadoras... en fin, sería imposible describir la situación actual del liberalismo en latinoamérica.
De acuerdo a cierta definición: "Los virus informáticos tienen, básicamente, la función de propagarse con distintos objetivos, desde una simple broma hasta realizar daños importantes en los sistemas, o bloquear las redes informáticas generando tráfico inútil", así es como funcionan las ideas anarcocapitalistas de Milei, como un virus. Encender acalorados debates atacando las bases del sistema puede resultar enriquecedor, en especial cuando hay tiempo para ello. En tal sentido, es importante diferenciar el tipo de idea que subyace a cada propuesta y conocer su basamento filosófico-político: el liberalismo incluye la política como forma de organización social, en cambio el anarcocapitalismo la desprecia.
Las ideas "ancap" son útiles cuando se aplican de un modo disruptivo al sistema reinante, logrando transformar sistemas rígidos o centralizados en descentralizados. Tal ha sido el caso del Bitcoin, pero sobran los ejemplos si observamos las últimas tecnologías.