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» Este artículo corresponde a la Edición del domingo, 02/oct/2022 de La Auténtica Defensa.

Opinión:
Imagina un mundo libre, racional y productivo
Por Mario Trila







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En un forzado ejercicio de imaginación racional intentaré demostrar de qué forma el mundo capitalista ha cumplido con buena parte de las utopías plasmadas en la canción "Imagina" de John Lennon.

Lo paradójico de aquella mítica canción es que, buena parte de lo que se invita a imaginar como un sueño imposible, es en realidad posible y viable de lograr en el mundo, aplicando las ideas correctas. Valga decir que John Lennon fue de algún modo un progresista de su época y un revolucionario por la paz, atravesado por ideas probablemente inviables e imposibles de aplicar en la realidad.

Convengamos, la ideología del "flower power" -si bien fue innovadora y disruptiva en los años ´60 y ´70 del siglo pasado- era completamente irracional; como irracional es la pérdida de la razón consciente a causa de las drogas. No es menor el hecho de que los "hippies" pretendían un "mundo feliz", por la felicidad misma, sin importar las consecuencias futuras; porque de hecho, su leitmotiv era "vivir el presente", sin preocupaciones: una gran utopía socialista llevada a un extremo místico y psicodélico, rayana en el delirio. Eso sí, eran soñadores y tenían muy buenas intenciones...

Como dice un proverbio de origen desconocido: "El camino al infierno está empedrado de buenas intenciones". Una máxima que se cumple -sine qua non- en tierras donde ha sido aplicado el socialismo por la fuerza: las consecuencias en la realidad siempre resultan devastadoras para los seres humanos más vulnerables. Sucede que, pasado un tiempo, ya nadie recuerda cómo llegaron a implementar aquellas prácticas capaces de reducir la dignidad de las personas a su mínima expresión y mantenerlas atrapadas en un virtual infierno en la tierra. Para ese entonces el único objetivo de quienes logren preservar el valor de la dignidad en sus memorias pasa a ser escapar, pero no hacia cualquier lado, sino hacia tierras "capitalistas"; donde se respeten los valores inalienables como la vida, la libertad y el derecho de propiedad.

Volviendo a la canción de Lennon: se trata indudablemente de una pieza artística importante, de gran valor para la humanidad, como también lo ha sido él mismo junto a su propia banda "The Beatles". Sin embargo, este artículo no busca analizar el arte sino las ideas que subyacen, transpolando éstas hacia un ejercicio de imaginación racional.

Analicemos algunas estrofas:

"Imagina a toda la gente viviendo el hoy": De hecho existen muchos pobres e indigentes que lo hacen, dado que no tienen la capacidad práctica o económica de pensar en el futuro, en especial aquellos atrapados en regímenes socialistas. También lo hacen quienes tienen la vida resuelta, ya sea por haber trabajado dignamente para consolidar su propia seguridad financiera, por haber heredado una fortuna, o por trabajar en el Estado (al menos en Argentina...).

"Imagina toda la gente viviendo la vida en paz": No suena tan difícil, salvo casos muy puntuales acontecidos en el Medio Oriente y otros países conflictivos -en su mayoría con regímenes autocráticos-, los años que siguieron a la muerte de John Lennon hacia ésta parte, han sido los de mayor prosperidad y adelantos tecnológicos que ha visto la humanidad. Mucha gente transcurrió -y tal vez aún transcurre- su vida en paz, ocupándose de sus asuntos o contribuyendo desde su lugar de trabajo a las mejoras que se han logrado en el planeta gracias a un sistema productivo como el capitalismo y a la institucionalidad de los Gobiernos regidos por el sistema democrático liberal -republicano o monárquico- que respetan la vida, libertad y propiedad de los individuos.

"Imagina que no hay países, ésto es fácil de hacer": No fue un proceso concreto y delimitado en el tiempo, como tampoco sucedió en forma literal, pero en la segunda mitad del siglo XX la denominada "Globalización" tuvo lugar de manera irrefutable, especialmente tras la caída del Muro de Berlín. Las naciones abrieron sus fronteras al comercio y al turismo. La gran mayoría de los países occidentales vivieron el fenómeno como un proceso natural; sucedió "de hecho", hasta que unos terroristas decidieron acabar con lo que se daba, atacando con aviones a las Torres Gemelas de Nueva York, en el 2001.

"Imagina que no hay posesiones": Si lo pensamos en un sentido literal, en cuanto a la posesión de objetos materiales, muchas personas pasarán por éste mundo sin contar con las clásicas "posesiones". La economía ha venido cambiando y cada vez será menos necesaria la posesión de bienes para vivir una vida satisfactoria. La denominada "uberización" ya permite el alquiler temporal de todo tipo de servicios de transporte, alojamiento, vivienda y demás necesidades; de modo que cada vez más personas evitarán complicar sus vidas al omitir el mandato de contar con ciertas posesiones para uso personal. Tal vez en el futuro éstas sean un mote exclusivo de las empresas prestadoras de servicios.

"Una hermandad de hombres y mujeres": Salvo por la proliferación de ciertos movimientos radicalizados, que van por la vida gritando "muerte al macho" y consignas similares, los sistemas democráticos, liberales y republicanos, promueven la igualdad "ante la ley"; que aplica a todos los ciudadanos sin distinción de clase, sexo -o género-, raza, religión, ocupación, cargo, etc. La hermandad, de hecho, tiene lugar entre individuos que comercian entre sí en forma voluntaria. Como dijo Frédéric Bastiat "Allí donde entra el comercio, no entran las balas", o como describe Ayn Rand: "El principio de intercambio comercial es el único principio ético racional para todas las relaciones humanas, personales y sociales, privadas y públicas, espirituales y materiales. Es el principio de la justicia [aplicado en forma cotidiana por las personas]".

"Me dirás que soy un soñador, pero no soy el único": Considerando mis postulaciones racionales extremas, queda claro que personalmente estoy en las antípodas de cualquier soñador. Soy absolutamente racional, pero no soy el único: buena parte de nuestro mundo occidental -que la humanidad ha sabido construir en sólo 200 años- tiene bases virtualmente racionales y moralmente objetivas, tal es la naturaleza del capitalismo cuando las personas gozan de cierto grado de libertad. Es la prueba irrefutable de que para "salvar el mundo", como pregona la canción, no son necesarios soñadores de "almas bellas" bienintencionadas, sino simplemente individuos racionales ejerciendo su libertad.


 
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