De improviso surgieron en mi memoria las historias que durante mi niñez escuchaba atentamente de boca de mis padres o de alguna otra persona que se componían de diálogos entre distintos animales de nuestra fauna, con los cuales en esa época se utilizaban para educar y puedo asegurar que no obstante tantos años pasados, se encuentran vívidos en mi mente recordándome no solo sus significados, sino también sus mensajes sobre la vida humana en bocas de quienes tenían su propio idioma. Cuántas cosas decían sus mensajes que aún hoy son parte de nuestra vida y conforman nuestra cultura pero lamentablemente no se recuerdan ni se ponen en práctica. Cosa que considero sería importante que así suceda, por lo cual comencemos con alguna y comparémosla con la realidad del mundo tecnológico en el cual vivimos. Comencemos con esta fábula de Esopo:
"Estaba un cuervo posado en un árbol y tenía en el pico un queso. Atraído por el aroma, un zorro que pasaba por ahí le dijo:
-¡Buenos días, señor Cuervo! ¡Qué bello plumaje tienes! Si el canto corresponde a la pluma, tú tienes que ser el Ave Fénix.
Al oír esto el cuervo, se sintió muy halagado y lleno de gozo, y para hacer alarde de su magnífica voz, abrió el pico para cantar, y así dejo caer el queso. El zorro rápidamente lo tomó en el aire y lo comió diciéndole:
- Aprenda, señor cuervo, que el adulador vive siempre a costa del que lo escucha y presta atención a sus dichos; la lección es provechosa, bien vale un queso."
Hoy la fábula mantiene total actualidad y los personajes son humanos. ¿Deberíamos pensar tal vez que no somos tan perfectos y aprendimos de los animales y no tener la soberbia de ser los reyes de la naturaleza? El idioma de los animales no lo entendemos, pero estas cosas suceden. ¿Acaso no hay aduladores quienes los escuchan, y a quienes engañan para sacarles algo o algún beneficio? Creo que cualquiera de nosotros se ha cruzado en la vida alguna vez con algo semejante a lo sucedido en esta fábula. No voy a poner ejemplos. Solo pido al lector que medite y recuerde si alguna vez no fue, o intentaron engañarlo con el mensaje de esta fábula. Consideremos que tenemos algo que denominamos "inteligencia" que creemos nos diferencia de los animales, pero también tenemos humanos que viven pensando como engañar nuestra inteligencia. ¡Cuidado, detrás de cualquier argucia puede encontrarse el amigo de lo ajeno!