Vivió una larga vida, pero murió. Nadie supo realmente su edad, porque su certificado de nacimiento se perdió hace mucho por la burocracia. Dedicó desinteresadamente su vida al servicio en las escuelas, hospitales, Iglesias, hogares, barrios, fábricas y oficinas, ayudando a la gente a hacer su trabajo sabiamente y sin jactancias.
Se lo recordará siempre por habernos enseñado cosas simples y útiles. Vivió según reglas económicas básicas (no gastes más de lo que ganas), estrategias de crianza confiables (los adultos son los que están a cargo, no los chicos) y que ser segundo en algo, no es malo.
Su salud comenzó a fallar, fue infectado por el virus ideologismo y libertinaje.
Durante las últimas décadas su sola voluntad no alcanzó para contrarrestar los ataques de la política, la nueva cultura y la sociedad sin memoria ni responsabilidad en general.
Miró con dolor como gente buena era subordinada a oportunistas y corruptos, como el gozar de derechos, justificó el vulnerar los de los demás.
Su salud continuó deteriorándose cuando se aceptó que para dirigir una escuela el voto de un alumno valiera tanto como el de un profesor, que se liberara a asesinos por cualquier artilugio, y que los derechos humanos sean sólo de los victimarios, nunca de las víctimas.
Empeoró aún más cuando se dispuso que en las escuelas no se puede sancionar ni amonestar, y deben pedir permiso a los padres para agarrarlo del brazo para llevarlo al patio o el baño, pero no pueden avisarle que su hija está embarazada o usando drogas.
Finalmente, Sentido Común perdió sus ganas de vivir cuando se enteró que poner bombas y matar por una ideología, coartar la libertad de tránsito aun de las ambulancias, y de la gente que va a su trabajo, es una forma de protesta "justificada", en tanto combatir ese método es "represión indiscriminada de inocentes", su corazón no aguantó más.
No mucha gente asistió a su funeral, ya que ni se dieron cuenta. Resucitar a Sentido Común seria volver a las instituciones de la república, a respetar la división de poderes, a la justicia con la balanza y el pañuelo en los ojos, a la familia, a la Iglesia, a la escuela, a la cultura del trabajo, como la pensaron nuestros Próceres y mayores que nos antecedieron, y volver a la Instrucción CRISTIANA de VALORES, a profundizar nuestra Fe, a la lectura de "La BIBLIA" y a redescubrir y obedecer a su autor, "DIOS mismo".
JESUS RESUCITÓ, dio pruebas de ser Hijo de Dios, fue hecho sacrificio por nosotros, Él tomó nuestro lugar para que nosotros tengamos otra oportunidad, y dijo muchas cosas que quedaron registradas en "La Biblia": "Amar a Dios por sobre todas las cosas", y no tener "otros dioses" que tomen su lugar. "Amar a tu prójimo como a ti mismo". "Amar a tu esposa/o, e instruir a tus hijos". "El que no trabaja que no coma". "El que busca encuentra". "Procede como quisieras que procedan contigo". "Todo lo que el hombre sembrare eso cosechará".
Son solo versículos extraídos literalmente de lo que dijo Jesús y están en La Biblia. ¿Como es que nos hemos olvidado y alejado tanto de ellos?, ¿Por qué estamos haciendo al revés de lo que enseña Dios en la Biblia? ¿Será que no nos interesa saber, ni importa de Cristo y su sacrificio, y no reconocemos a Dios como nuestro Padre?, (aun sabiendo de memoria el padre nuestro).
Es hora de meditar en estas cosas y reconocer que no tiene mucho de SENTIDO COMUN olvidarlas, todavía estamos a tiempo, busquemos a Dios mientras puede ser hallado (Isaías 55:6), que no te sorprenda, y sea demasiado tarde.
¿Quieres saber más del Sentido Común, para estar mejor, y bien con Dios?
¡Búscalo a Jesús!, y/o contáctate con un cristiano y/o una iglesia que enseñe de Cristo y La Palabra de Dios. "La Biblia". ¡No te arrepentirás!
Luis Rodas
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