Según un nuevo parte médico de la Unidad Presidencial, el mandatario está apto para efectuar la reunión con la titular del FMI, Kristalina Georgieva, luego de la descompensación.
Luego de su descompensación producto de una gastritis erosiva, el presidente Alberto Fernández evoluciona favorablemente y tiene el aval de su cuerpo médico para continuar con las actividades programadas en la agenda del último día en Bali, Indonesia.
Por la tarde, previo a emprender el viaje de retorno, el mandatario se reunirá con la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, a quien le reiterará su planteo sobre las sobretasas de los país que han recibido préstamos por encima de sus capacidades.
Gabriela Cerruti, portavoz del Gobierno, aseguró: "El presidente descansó y amaneció bien. Su médico lo controla. Preocupado como todos acá por lo qué pasó en Polonia. Habló con Santiago (Cafiero) y Sergio (Massa) de los temas del día antes que salieran a las actividades. Después del ayuno de ayer, desayunó liviano según la prescripción médica".
En la misma línea, la unidad encargada de evaluar la salud del mandatario brindó detalles del nuevo parte: "Por medio del presente se informa que el Señor Presidente de La Nación Argentina, Dr. Alberto Ángel Fernández evoluciona favorablemente y ha retomado el cronograma de actividades pautado y bajo el debido control médico".
Además del encuentro con Georgieva, el jefe de Estado tiene en agenda la presentación de un sello postal en conmemoración al 50° aniversario del regreso de Juan Domingo Perón a la Argentina junto a su par español, Pedro Sánchez.
Más allá de las recomendaciones médicas, el mandatario se comprometió a bajar la intensidad de su agenda que eleva sus niveles de estrés, y a respetar una dieta adecuada.
La realidad es que en Bali, la ciudad elegida para desarrolla la Cumbre de Líderes del G20, las altas temperaturas no cesan y la humedad se suma a la lista de factores que dificultan los días de quienes no están acostumbrados a vivir con tanto calor.
Durante la mañana del martes, el mandatario sintió que una oleada de frío le recorría el cuerpo y se mostraba más pálido que de costumbre. El Jetlag y la intensidad de la gira bien podrían haber sido los argumentos del pequeño malestar sentido al cambiar de país y de uso horario.