Se dice en La Biblia que; "Hombres sabios", más propiamente, "Magos de Oriente llegaron a Jerusalén", buscando al Rey de los Judíos (Mateo 2:1-2).
Para nosotros los cristianos del siglo XXI, surgen preguntas como éstas: ¿a qué vinieron los magos a Belén? ¿qué podemos aprender de esta historia bíblica, acontecida hace más de dos mil años atrás?
¿Qué regalaron los Magos al Niño Jesús? Oro, incienso y mirra. Cada regalo que los Reyes Magos ofrecieron al Niño Jesús tiene un valor simbólico. El oro exalta a Jesús como Rey de Reyes, el aromático incienso aclama a Jesús como Dios, y la mirra reconoce a Jesús como hombre mortal. Dios, Rey y Hombre.
Estos personajes mencionados en los Evangelios, los Magos de Oriente siempre han gozado de la simpatía de los cristianos al ser adoradores y protectores del Niño Jesús, cuando Herodes pretendía acabar con su vida nada más por nacer.
La actitud positiva que tuvieron los sabios, para venir a Belén a ver al niño Jesús y rendirle reverencia y adoración, hasta el punto de darle sus mejores regalos y obedecer a Dios, ante la buena noticia: de ¡Nació el Salvador! ¡Un Salvador para toda la humanidad!
Cristo es el Mesías que hizo su aparición al llegar la plenitud de los tiempos, cumpliendo todas las profecías pronunciadas con respecto a él.
Una de estas profecías hacía referencia al hecho de que, al final de los tiempos, acudirían a Jerusalén los reyes y las naciones para adorar a Dios y al Mesías y ofrecerle dones (Isaías 60:6 - Salmo 72:10). Por eso los Magos van a Jerusalén (Mateo 2:1) antes de llegar a Belén. Siguen a una estrella del Oriente (Mateo 2:2) llamada estrella del rey de Judá.
Herodes no sabía cómo ocultar su odio y hostilidad contra el Mesías, el niño recién nacido. Y así como Herodes, hay muchos que aún tienen miedo a Jesucristo, no quieren que Él interfiera en sus vidas, negocios, posiciones, poderes e influencias.
Quieren continuar haciendo su propia voluntad, sin la intervención de Dios. De ahí que las personas cuyo único deseo es hacer lo que se les antoja, nunca estarán dispuestos a recibir a Jesucristo en sus corazones, más bien querrán ignorarlo, o aun matarlo.
Finalmente, la indiferencia de los sacerdotes y escribas, nos hace notar que no les interesó la gran noticia. Estaban tan ocupados por los asuntos de la Ley y las discusiones legalistas, que sencillamente lo ignoraron. No significó nada para ellos.
Hoy también hay personas que están tan ocupadas en sus propios asuntos que no permiten que Jesucristo les dé la gran noticia: "Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia" (Juan 10:10).
Cuántos aún hoy en día tienen esta misma actitud que Herodes y los sacerdotes. A muchos les genera pánico y temor que Jesús les cambie sus vidas, pero no se dan cuenta que el cambio producido por Jesús en nuestras vidas es sumamente deseable y positivo.
¿Eres lo suficientemente sabio para buscar a Jesús? Él promete venir a buscar a los que le buscan. ¿Eres lo suficientemente sabio para adorar a Jesús como tu Señor y Salvador? Los sabios siguen buscando la presencia de Jesús Rey y le adoran. ¿Usted será sabio?
¿Quieres buscar a Jesús como lo hicieron los reyes? Si lo buscas seguro lo encontrarás.
Búscalo a Jesús, busca a Dios, contáctate con un cristiano y/o una iglesia que enseñe de Cristo y La Palabra de Dios. "La Biblia". ¡No te arrepentirás!
¡Dios te bendiga! ¡Hasta la próxima semana!
Luis Rodas
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