Lo que podemos ver de los témpanos o icebergs es una ínfima parte, solamente el 11%, lo demás está sumergido u oculto por debajo de la superficie del agua.
Se sabe de lo que flota, pero la gran parte sumergida queda sujeta a la imaginación, no se sabe su forma, ni su tamaño, y es esa parte, la que precisa lo que realmente es.
Estos cuerpos flotantes suelen hacer daño, y la razón principal, es que aunque se sabe de ellos y los navegantes conocen lo devastador que pueden ser, hay que manejarlo bajo el concepto de la suposición, porque es poco lo que se ve, y mucho lo que no se ve.
Dentro de las tantas teorías que dan la razón del naufragio del Titanic, está la del iceberg, que sabían habría en el camino, pero no le dieron importancia.
¿Somos lo que aparentamos, o lo que está oculto?, y solo nosotros sabemos, y Dios, que todo lo sabe. Lo primero es tan poco como la punta visible del iceberg, lo segundo, es tan fuerte que tarde o temprano se sabrá que existe, o se revele. Solo aquel que se toma el tiempo de mirar con detenimiento ve lo que se esconde detrás de una fachada. Una ola de sonrisas puede esconder un mar de lágrimas.
"Dios es quien revela lo profundo y lo escondido; conoce lo que está en tinieblas, y la luz mora con El. (Daniel 2:22)
Pero no hay muro que se resista al amor de Jesús, ni muralla que defienda el dolor, frente a su compasión. Hay muchas barreras que esperan ser derribadas por Jesús.
Si miras lo que sientes, más que lo que ves, acabarás discerniendo más allá de las apariencias, descubrirás el mundo sumergido de las verdades profundas, en las que el ser domina al parecer.
A muchos les genera pánico y/o temor que se sepa lo que realmente somos, y aun muchos temen acercarse a Jesús y que les cambie sus vidas
¿Cuándo aprenderemos que la realidad que vemos es solamente la punta del iceberg, lo que emerge del iceberg? La verdadera realidad, la masa del iceberg, está del otro lado.
Se suele asemejar con el Éxito en la vida. Socialmente los demás se percatan solo de esa parte visible. Son horas de trabajo duro, que los demás no perciben. Una persona ve si has logrado o no el objetivo, pero no lo que hay detrás o cuánto nos ha costado llegar a él.
Cuando perseguimos una meta o un objetivo, tanto si es grande como pequeño, las horas de esfuerzo, persistencia, sacrificio, sentimiento de derrota, etc. no se ven.
A veces así vivimos nuestras vidas, aun los cristianos, un iceberg en la sociedad.
Pero Dios nos llama a ser sal de la tierra, y lumbreras en el mundo, si solo hacemos visibles el 11% de lo que realmente somos, los demás no verán en nosotros un evangelio genuino que se sume como testimonio al de La Biblia.
(Hechos 5:32) "Nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen".
Salgamos a flote y dejemos que el mundo vea en nosotros "todo" lo que realmente somos, que conozcan a través de nosotros el tamaño y la forma de Dios, que no representa ningún peligro, todo lo contrario, contemos a los demás los beneficios de profundizar la Fe en Cristo, pudiendo así advertir a otros y evitar así el choque y naufragio de sus almas.
¿Quieres que el mundo vea solo la punta de tu iceberg, o el total?
Búscalo a Jesús, busca a Dios, contáctate con un cristiano y/o una iglesia que enseñe de Cristo y La Palabra de Dios. "La Biblia". ¡No te arrepentirás!
¡Dios te bendiga! ¡Hasta la próxima semana!
Luis Rodas
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