El juego es considerado como un sector joven y con grandes expectativas de futuro. A pesar de que lleva más de tres décadas entre nosotros, iniciando su actividad en las máquinas recreativas hasta alcanzar las consolas y los celulares, se considera que está en una segunda juventud, pues no para de crecer año tras año. Esto se debe, en gran parte, a factores como la aparición de nuevos modelos de consumo, la relación con las tecnologías más punteras o la consolidación de internet en los dispositivos inteligentes.
En Argentina, esta industria es una de las que más están dando que hablar en los últimos tiempos. Emplea a más de 2.000 profesionales, siempre creciendo respecto al año anterior y con gran reconocimiento internacional. Tal es así que, dentro de la zona de América Latina, ocupa el tercer escalón en importancia justo por detrás de países como Brasil y México. Está calculado que tres cuartas partes de las producciones que se realizan en nuestras tierras son encargos internacionales, sobre todo estadounidenses y canadienses, y que la actividad tiene tendencia a crecer un 15%.
Mercados con gran impacto
El primer aspecto clave para entender ese buen posicionamiento de las compañías argentinas en el mundo del juego es el gran esfuerzo que realizan las pequeñas y medianas empresas, que representan más de la mitad del sector. Estas beben de la vanguardia tecnológica, estando al día de las últimas novedades del sector y de las tendencias de moda entre los diferentes sectores de la población. Además, se han convertido en una gran plataforma para emplear y dar visibilidad al joven talento del país, muchas veces anclado en la búsqueda laboral.
Otro de los puntos a comentar, de gran importancia para comprender ese crecimiento de la industria a nivel mundial, son los dispositivos. Nuestras compañías son un buen ejemplo de la tendencia que está tomando el gaming y derivados: se apuesta cada vez más por productos diseñados para computadoras o dispositivos móviles. De esta manera, el monopolio del entretenimiento ya no es cosa de las consolas y grandes marcas, sino que la oferta ha evolucionado hasta el punto de ser mucho más rica y plural.
Y es que, más allá del mundo de las videoconsolas y las aplicaciones exclusivas para celulares, también cabe poner en valor otra actividad que presenta un gran número de adeptos, como es el juego en línea más puro y sus plataformas especializadas. Un caso que lo ejemplifica es cómo los usuarios pueden disputar una partida o campeonato de póker online con dinero real en Argentina y otros países a través de cualquiera de los dispositivos inteligentes existentes. Así pues, con un solo clic, se puede entrar en una mesa sin espera alguna.
Un perfil muy diverso
Como hemos comentado, el hecho de abrir el juego en línea a varios dispositivos ha comportado que todas las personas que disponen de ellos se conviertan en posible público objetivo para esta actividad. Es más, está calculado que más del 60% de los usuarios habituales a internet se conectan de manera recurrente para disfrutar de un momento de ocio. Lejos de lo que sucedía antaño, ya no es un perfil necesariamente joven y muy acostumbrado a las nuevas tecnologías el que se relaciona con las diferentes actividades de entretenimiento.
El perfil de los jugadores es muy amplio y variado, ya no importa la edad, el sexo o la condición social de la persona. Un 83% de los ciudadanos argentinos cuentan con internet y dispositivos para establecer de manera exitosa dicha conexión. Esto, indudablemente, ha abierto las posibilidades a una industria que hace tres décadas era considerada como muy especializada y solamente para un sector muy concreto de la población. Ahora, es una de las más variadas: desde jóvenes hasta mayores.
Aunque Argentina figura entre los cinco países donde más se juega en línea en América Latina, está muy alejada de las grandes pioneras del sector, tanto en práctica como en producción. Lidera el ranking Estados Unidos, uno de los principales motores de esta industria y todo aquello vinculado al mundo tecnológico; pero no se queda atrás el mercado asiático, donde destacan Japón y Corea del Sur, que llevan demostrando desde hace ya algunos años que el campo de los videojuegos y el entretenimiento digital también es uno de sus sectores punteros.