Mientras los fiscales que investigan la desaparición durante 48 horas de Luis Gerez, el dirigente político de Escobar que estuvo cautivo durante 48 horas a fines de diciembre, se centran en el entorno de la víctima, algunos de los amigos y testigos en el caso admitieron sentirse molestos y aseguraron que sólo quieren colaborar con la Justicia.
Sucede que de las declaraciones prestadas hasta al momento se desprenden algunas contradicciones, por lo que las fiscales Irene Molinari y Andrea Palacios comenzaron a centrar sus pesquisas a ese grupo.
De hecho, fuentes judiciales confirmaron que el viernes se hizo un operativo en la casa de Gerez, en San Fernando, donde se incautó una computadora para analizar los mensajes que se encontraban en el correo electrónico.
Las mayores sospechas recaen sobre Mirta Praino, la pareja del albañil, y sobre Jorge Altamirano, el propietario de la casa en la que Gerez se encontraba antes de desaparecer. También se duda del concejal de la agrupación kirchnerista Pensar Escobar Hugo Cantero y de Orlando Ubiedo, quien, como Gerez, atestiguó contra Luis Patti en el Congreso.
"Estamos preocupados, tememos que todo esto sea mirar para otro lado. Nosotros estamos tratando de ayudar a esta investigación pero sentimos que no nos dejan", remarcó esta mañana Altamirano, en declaraciones radiales.
Con un tono más duro, Ubiedo -amigo y compañero de militancia de Gerez- se quejó: "Transforman a las víctimas en sospechosos", dijo.
En tanto, Molinari adelantó que le pedirán a Gerez una ampliación de su testimonio y que participe de la búsqueda del galpón cuya descripción hizo ante los técnicos que dibujaron un croquis ya difundido por el gobierno bonaerense.
Aseguran que el testigo se siente "avasallado"
El albañil Luis Gerez se siente "completamente avasallado" tras la decisión de la Justicia de investigar a su entorno en el marco de la causa abierta tras su secuestro, ocurrido a fines de diciembre en Escobar.
Así lo manifestó ayer César Sivo, abogado de Gerez, quien indicó que su representado está "completamente sorprendido" y "muy preocupado" por la decisión de la fiscalía que interviene en la causa de investigar a sus familiares, tras haber estado desaparecido dos días en la semana previa a fin de año y haber sido hallado en un descampado del Gran Buenos Aires.
"Trabajo en delitos de lesa humanidad desde hace muchos años, y hay un gran desconocimiento de la fiscalía sobre determinadas cuestiones", afirmó el letrado, tras lo cual agregó: "el sistema de alarmas que se han generado a partir del caso (Julio) López no parecen haber llegado al conocimiento del Ministerio Público".
Sivo evaluó que "hay hipótesis que tendrían alguna entidad y que tendrían que desarrollarse; la del entorno no resiste el menor análisis".
Sobre el estado de ánimo de su defendido, el abogado confió que "se siente completamente avasallado, hasta abatido" por el curso que tomó la investigación.
"Si hay algo que no se ha puesto en duda es que el secuestro existió; eso no lo pone en duda nadie, las evidencias físicas sobre el cuerpo de Gerez están acreditadas en el expediente", remarcó Sivo, al tiempo que agregó: "que pongan en tela de juicio a las personas más cercanas a la persona que fue víctima de cautiverio, para esa persona es completamente alarmante".
