La educación y formación de un individuo para el trabajo o profesión es el fundamento básico de una sociedad libre y democrática.
La idea de libertad, está asociada a la democracia, que es la que genera las voluntades de progreso y bienestar para todas las personas que han sido formadas con ética, a pesar de tener distintas ideologías, sean éstas religiosas, razas o políticas.
Las posibilidades que nos ofrece nuestro país, son sustantivas y por otro lado incomprensibles para muchos que no creen en la democracia. Sin embargo gran parte de nuestra juventud nos demuestran día a día, la responsabilidad en que han sido educados en familia, por cuanto con sus actitudes, de querer aprender para lograr avanzar en la sociedad, con estudio y trabajo, es una realidad.
Nuestros jóvenes reclaman mejor calidad de educación, para lograr tener una salida laboral de acuerdo a las exigencias del mundo actual y a las empresas de punta. Pero además una pronta solución en la calidad edilicia de la mayoría de los establecimientos de todos los niveles.
El nivel de la escuela primaria y secundaria es harto insuficiente para con nuestros alumnos. Si un pequeño grupo ingresa a alguna de las facultades, se encuentran desorientados por los desconocimientos que obtuvieron en la escolaridad de las dos mencionadas anteriormente. Esto se debe que los programas se nivelan hacia abajo.
Cuándo éstos ingresan al nivel universitario no tiene la base suficiente para proseguir con el estudio, salvo raras ecepciones.
Pero debo mencionar lo más importante, la falta de preparación para el trabajo, sea este de la índole que sea. Sabiendo que la finalidad del estudio no es por el estudio en si, sino para aplicarlo laboralmente en la práctica.
La mayor deserción del alumnado es en el aprendizaje de las materias básicas, que se dictan como hace 60 años, y no como algunos proponen que la mejor forma de aprenderlas es con la ayuda de la teoría aplicada a la demostración práctica, siendo esta última la forma que es perfectamente entendible y además creíble, como lo es, una ciencia exacta.
No debemos olvidarnos de los chicos y jóvenes de bajos recursos, ya que ellos tiene los mismos derechos, a obligarlos y ayudarlos para con el estudio alcancen los niveles de cualquier ciudadano libre.
Otro tema es el de los chicos que deambulan por la calle, pidiendo monedas y haciendo otras cosas no deseables. El estado tiene que intervenir, para que éstos reciban la alimentación necesaria, educación y formación.
Si esto no se logra, todos hemos perdido un país democrático, ético y libre, donde nos veremos algún día esclavos de nuestra miseria humana.
Miguel A. Dipaola
dipaola.ma@gmail.com