Buenos Aires (Especial de NA,) -- Con cada elección se reedita una vieja polémica en el análisis político argentino en cuanto a si es posible definir los movimientos que realizan partidos y dirigentes en los términos clásicos de "izquierda" y "derecha", o si deben entenderse con otros parámetros.
Dos exponentes de esa polémica son el sociólogo Torcuato Di Tella y el politólogo canadiense Pierre Ostiguy, de la Universidad de Bard, en los Estados Unidos.
Para Di Tella, la política argentina se terminará ordenando tarde o temprano en una gran coalición de centroizquierda y otra de centroderecha, como ocurre en muchos países desarrollados y también en algunos de América Latina.
Ostiguy, en cambio, piensa que a las identidades políticas hay que entenderlas como parte de un "doble" espectro: por un lado están la izquierda y la derecha, pero también existe una división entre una política "popular" -más vinculada al estilo peronista- y otra encarnada por otro estilo más "educado" o "europeo".
El canadiense, gran estudioso de la política local, ve así un "mapa" de posicionamientos dividido en cuatro cuadrantes.
A su vez, Di Tella ve en el kirchnerismo y sus aliados gremiales la consolidación de un movimiento de "centroizquierda" y que, por su parte, la oposición se va agrupando en un espacio de centroderecha.
En una nota de opinión publicada por la revista Debate, luego de las elecciones del 28 de junio, el sociólogo parece seguir en la misma línea, al hablar de las posibles políticas de alianzas del kirchnerismo.
"Cristina ya habla de entenderse con Pino Solanas y Eduardo Macaluse, el ex ARI. A éstos debería sumar a Hermes Binner y a Luis Juez, siempre con respecto a temas puntuales", evaluó.
A varios de los gobernadores peronistas, Di Tella los ve más cerca de aliarse en torno a un polo de centroderecha.
Para el experto, los mandatarios provinciales "se ven más cerca del poder si persisten en su oposición y en su alianza con la derecha liberal, que se identifica con un Mauricio Macri o un Francisco de Narváez".
A su vez, Ostiguy ratificó sus ideas sobre los "cuatro cuadrantes" que dividen a la política argentina, en una entrevista publicada en un sitio web de la universidad norteamericana de British Columbia.
Si bien las definiciones son anteriores a las elecciones legislativas, conservan una gran actualidad.
Para Ostiguy, "la respuesta a cerca de la ´imposibilidad´ de formar una oposición fuerte es muy simple: es que existe una oposición peronista y una oposición anti-peronista al gobierno de los Kirchner".
"No es fácil, en la Argentina, conformar una oposición con esas sub-culturas y identidades políticas tan distintas", evaluó.
Además, consideró que "el ´error´ estratégico de Néstor Kirchner fue atrincherarse en el espacio bajo-izquierdo, es decir, tanto en el peronismo como en la centro-izquierda".
"No pudo ganar la centro-izquierda no peronista, a pesar de haberlo claramente intentado, y ahora pierde el peronismo ´ortodoxo´", subrayó.
Según el politólogo, Eduardo Duhalde "sigue en la posición potencial de ´king maker´ (hacedor de reyes) peronista, tanto por su experiencia como por su ubicación relativamente ´centrista´".
"(Duhalde) no logra parar el péndulo peronista en sus eternos movimientos de derecha a izquierda y vice versa, pero nunca se ubica demasiado lejos de su eje de rotación. Fue derrotado por Kirchner en 2005, pero una alianza entre lo que él representa y (Carlos) Reutemann podría presagiar el "futuro" del peronismo, y posiblemente más adelante, de la Argentina", según su apreciación.
Los debates sobre cómo comprender los constantes movimientos y cimbronazos en la política argentina y poder preverlos seguramente continuarán y se harán más fuertes cuando se avecine 2011.
Lo cierto es que a menos de un año del Bicentenario, la dirigencia local sigue dando sorpresas sobre sus posicionamientos y alianzas, en el marco de una marcada crisis de los partidos políticos como canales de representación de la ciudadanía.