Buenos Aires (Especial de NA, por Nicolás Tereschuk) -- La presidenta Cristina Kirchner y el mundo de los negocios dieron en los últimos días señales de estar en la víspera de una nueva etapa, en el marco de la consolidación del poder de
la mandataria tras el contundente apoyo electoral en las primarias.
El primer elemento novedoso en esa relación se registró la semana pasada, cuando el Gobierno se anotó un gran éxito al cerrar por consenso las negociaciones por el salario mínimo vital y móvil.
Por primera vez, el Ejecutivo logró el apoyo conjunto de la CGT y la CTA a la iniciativa, en el marco de un acuerdo que incluyó elogios de los empresarios.
A la "foto de familia" con la presidenta Cristina Kirchner, los dirigentes sindicales y empresarios se sumó un "duro" de las negociaciones laborales, el vicepresidente de la UIA Daniel Funes de Rioja, quien se ocupó de destacar el "rol activo" del Gobierno en las negociaciones.
El martes pasado se reunió el influyente Grupo de los Seis, conformado por las Cámaras de la Construcción y de Comercio, la Bolsa, la Sociedad Rural, los bancos y la UIA.
Allí hubo declaraciones sobre lo "evidente" de los apoyos que la presidenta Cristina Kirchner logró entre el electorado y se utilizó la palabra "retoques", sin críticas duras, para caracterizar la etapa que viene.
El miércoles, llegó la habitual reunión del Consejo de las Américas en Buenos Aires, un foro donde confluyen representantes de capitales norteamericanos y locales.
En ese ámbito, el titular de la Cámara Argentina de Comercio, Carlos De la Vega, destacó el vigor de la actividad económica y consideró que a partir de ahora debe haber mayor impulso a la "inversión privada".
La titular del Consejo de las Américas, Susan Segal, se explayó a su vez sobre las debilidades de la economía norteamericana en cuanto a niveles de "desempleo" y "desigualdad" y se mostró "muy optimista sobre las perspectivas" de América Latina.
La coronación de ese clima fue para el Gobierno nacional el acto por el Día de la Industria, que la presidenta Cristina Kirchner encabezó en Tecnópolis junto al titular de la UIA, José Ignacio de Mendiguren.
La Presidenta pudo percibir allí el entusiasmo de ese sector del empresariado por el sostenimiento de los altos niveles de actividad y envió un mensaje claro: dijo que está dispuesta a hacer "todas las correcciones necesarias" ante las "distorsiones" que pueda haber en el modelo económico.
Ayer, la mandataria completó la ronda de señales hacia el sector empresario con un encuentro con la CAME, que nuclea a un sector de las pymes con buena sintonía con el oficialismo.
De los mensajes que viene dando el Gobierno luego de las elecciones, queda claro también que las primarias no parecen haber variado la visión negativa de la Casa Rosada hacia el Grupo Clarín.
Así, apenas conocidos los resultados de las elecciones, el candidato a vicegobernador bonaerense, Grabriel Mariotto, salió a reclamar celeridad de la Justicia en el análisis del artículo de la Ley de Medios que obliga "desinvertir" a los sectores empresarios que no se adecuen a la nueva normativa.
Además, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, y otros funcionarios fustigaron el tratamiento que algunos sectores de la prensa, entre ellos el Grupo Clarín, dieron al tema del escrutinio definitivo de las primarias.
La percepción generalizada es que el Gobierno intenta aislar más a ese grupo de medios, que integra la poderosa Asociación
Empresaria Argentina (AEA), del resto del mundo empresario, muchas veces mezclando argumentos con destrato, todo basado en el enorme poder que le otorgaron las recientes elecciones.
En ese contexto, esta semana el Ejecutivo exhibió un crecimiento del 35 por ciento interanual en la recaudación impositiva y auguró un año "récord" en cuanto a esos ingresos.
Y, al mismo tiempo, una nota de opinión publicada por el diario
The New York Times consideró que la Argentina ofrece "valiosas lecciones" en su política económica.
Con todo, una señal de alerta provino esta semana del mercado de cambios, donde el Banco Central tiene un rol protagónico.
La autoridad monetaria dispuso la inyección en ese mercado de 260 millones de dólares el viernes último para clavar el valor del dólar en 4,24 pesos, luego de que alcanzara en esa jornada 4,27.
En una semana, el Central se desprendió de 480 millones de dólares, lo que hizo que el nivel de reservas se ubicara algo por debajo del "número mágico" de 50 mil millones.
En ese y otros aspectos del esquema económico, la fortaleza política que pueda exhibir la presidenta Cristina Kirchner resultará un elemento clave en los próximos meses para sostener políticas u operar posibles cambios.
Será además esencial esa solidez en un período en el que los se podrán comenzar a evaluar con claridad el impacto local que pueda tener la crisis financiera internacional.