La Argentina recibe menos Inversión Extranjera Directa (IED) que la que potencialmente podría atraer, aunque los fondos que recibe tienen un "alto impacto" en términos de "desarrollo económico", según lo determinó un estudio de las Naciones Unidas.
De acuerdo al reporte anual sobre inversiones que publica la Conferencia de Naciones Unidos sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), la Argentina recibió una cantidad de inversiones extranjeras por "debajo de las expectativas".
De todos modos, en un estudio comparativo sobre lo que efectivamente recibe por inversiones extranjeras y lo que podría recibir, el país se ubicó al mismo nivel que países como Finlandia, Italia, Japón, Corea del Sur, Suecia y Sudáfrica.
Donde la Argentina verdaderamente se destacó es en un apartado en el que la UNCTAD busca determinar el impacto que la inversión extranjera tiene en términos de valor agregado, empleo, salarios, impuestos y formación de capital.
El país se ubicó allí "por sobre las expectativas" y en un cuadro comparativo estuvo al nivel proporcional de países como Alemania e Italia. "Una cantidad de mercados emergentes -Argentina, Brazil, China, Indonesia y Sudáfrica– parecen obtener una mayor contribución que el promedio a sus economías "por unidad de Inversión Extranjera Directa-, con un alto nivel en exportaciones, empleo, salarios e Investigación y Desarrollo.
En cuanto a la cantidad de inversiones extranjeras en América Latina, un primer pelotón de países lo integran Brasil, las Islas Vírgenes -un paraíso fiscal-, México, Chile y Colombia. La Argentina se ubica en un segundo grupo junto con Perú, las Islas Caimán -otro paraíso- y Venezuela.
Sobre estas inversiones, el estudio detacó que las tasas de retorno en la industria extractiva en Argentina fue del 30 por ciento, muy por encima del 11 por ciento en promedio de toda la Inversión Extranjera Directa.
Por otra parte, la UNCTAD reconoció que a partir del inicio de la crisis financiera internacional, Argentina y Brasil dieron marcha atrás con algunas de las medidas de liberalización del comercio implementadas en los años 90, como parte de un esfuerzo para que la manufactura local sea más efectiva en términos de costos.
El informe da cuenta de la ley aprobada en la Argentina para limitar el grado de extranjerización de la tierra, al señalar que "la agricultura se ha convertido en un sector estratégico para la seguridad alimentaria y una fuente importante de crecimiento económico".
Asimismo, al enumerar algunas de las principales "restricciones y regulaciones" a la Inversión Extranjera Directa en todo el mundo, el informe marcó la ley por la que se nacionalizó la mayoría accionaria de YPF, que estaba en poder de la española Repsol.
Entre esas medidas, también se destacó la nacionalización de la subsidiaria REE en Bolivia, así como una normativa aprobada en la India para que las fusiones y adquisiciones en el sector farmacéutico requieran de una aprobación específica por parte del gobierno.
En Indonesia, una nueva ley obliga a las firmas extranjeras que operan en los sectores de carbón, minerales y metales, a transferir progresivamente sus activos a ciudadanos indonesios, incluido el Gobierno.
Por su parte, Rusia emitió una ley de medios en la que prohíbe que entidades con más del 50 % de propiedad extranjera establezcan radios que cubran más de la mitad del territorio. El informe da cuenta de que en un entorno de incertidumbre global, los países adoptan medidas para atraer el capital que necesitan pero también restringen su ingreso, de modo de proteger a sectores específicos de la economía.